lunes, 9 de julio de 2012

Sergio Algora


En una ocasión lo tuve a tres metros de mí. Acababa de dar con su grupo, La Costa Brava, un concierto en Granada, presentando su último disco, 'Velocidad de crucero'. Estaba yo, después de presenciar el directo, en un pub (la desaparecida Válvula) con un grupo de amigos tomando unas cervezas cuando aparecieron por allí Sergio, Fran y demás. Hubo un momento en que el resto de la banda desapareció y él se quedó solo en la barra. Nunca he sido mitómano. Apenas tengo autógrafos y soy bastante reacio a conocer a los músicos que admiro. Siempre pienso que me van a decepcionar y prefiero disociar la actividad artística de el carácter de la persona en cuestión. Me consta que se pueden hacer canciones preciosas siendo un gilipollas integral. Además mi timidez congénita me impide acercarme a alguien, por muy amable y solícito que sea, y decirle que sus canciones son cojonudas. Me siento ridículo. Seguro que está harto de escuchar chorradas parecidas, pienso en esos momentos. Tampoco sabría qué más decirle, cómo continuar la conversación. En fin...

Ahora no lo recuerdo, pero debía de tratarse de un día entre semana, porque el pub estaba prácticamente vacío, apenas nuestro grupo y el suyo; no recuerdo si había alguien más. A pesar de que la situación -él sólo en la barra de un pub casi vacío- y de que yo había escuchado que era un tipo cordial y cercano, no me animé a acercarme a él. Uno de mis amigos sí lo hizo e intercambió con él un breve rato de charla. No sé de lo que hablaron; supongo que luego me lo contaría pero no lo recuerdo, qué más da.

Puede que ellos se marcharan antes que nosotros o puede que nosotros tuviéramos que madrugar al día siguiente y fuéramos los primeros en abandonar el pub. El caso es que yo me fui con las ganas de haberle dicho lo mucho que había significado para mí la trilogía de El Niño Gusano, la de horas que había pasado escuchando esos discos, deleitándome con sus melodías y sus insólitas letras. Le habría contado el día en que mi amigo (el mismo que sí tuvo el valor de acercarse) me prestó una cinta de cassette con 'El efecto lupa' y cómo me sentí al escuchar esa bendita anomalía en una escena que balbuceaba un chapucero inglés mirándose los pies. Le habría hablado de lo que disfruté cuando los vi en la gira de 'El escarabajo más grande de Europa', en aquella pequeña sala que había en Neptuno cuyo nombre no recuerdo. Me habría gustado decirle que hubo una época que escuchaba el disco del Escarabajo casi a diario y que la extraña belleza de 'Lourdes' o 'Ángel guardia' casi me obsesionaba.

Pero no dije nada.

Poco más de un año después de aquel encuentro, Sergio Algora falleció víctima de una dolencia cardíaca que sufría hacía tiempo. Hoy se cumplen cuatro años de su muerte y yo sigo arrepintiéndome de no haber sido capaz de cruzar siquiera un par de palabras con él.

4 comentarios:

Andrés Moreno Galindo dijo...

Bonito homenaje. A mí me enseñó a no ser mitómano B.B. King en Amsterdam, todavía recuerdo el potentísimo "¡NO!" que me dedicó cuando le solicité un autógrafo, que me generó un mal rollo que ni siquiera luego, cuando se sentó en una mesa y repartió pins y sonrisas al personal, se me disipó. Quizás sea mejor así...

Viola Tricolor dijo...

Buenos días, he llegado aquí gracias a una recomendación :). a mi me pasó como a ti, una pena no haberle dicho nunca nada en sus últimos conciertos pero que se le va a hacer. un placer encontrar a otro gusanero por aquí.
besos.

Anónimo dijo...

Buenas tardes,
la charla con Sergio fue muy entretenida, un personaje fascinante, atrayente, divertido y un puñetero genio, en mi opinión. Al contrario que otros artistas que te dejan con la impresión: ¡Ojalá no te hubiera conocido!Hay demasiados artistas en su trono de cristal mientras a gente como Sergio se les olvida. Fue componente de uno de los mejores grupos patrios de todos los tiempos.
Sin embargo, en ninguna de sus visitas a Granada les ví relacionarse con la "nobleza" musical granadina. Claro, no eran estrellas en el firmamento musical indie.............
Y para terminar, la trilogía "gusana" y una selección de canciones "bravas" superan con creces cualquier grupete "vetusta meyero".
"Hazte camarera y pon tu mente al sol"

Anónimo dijo...

De vez en cuando me gusta ver en internet si hay escrito algo nuevo sobre Segio Algora.

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